Los Salmospor el P. Eliecer Salesman
Los salmos son los 150 himnos más bellos que existen.
Fueron escritos por varios profetas, sabios y poetas. La palabra salmo significa himno para recitarlo con música.
Los salmos ha sido las oraciones preferidas por los amigos de Dios durante más de veintidós siglos. Los recitaban los israelitas ya mucho antes de Cristo. Los recitaron Jesús y sus apóstoles, la Virgen María y los grandes santos de toda la historia.
Cuando una persona se acostumbra a rezar despacio los salmos, ya ninguna otra oración (excepto el Padrenuestro y el Avemaría) le parece tan hermosa, ni le llega tanto al alma.
Hay unos especialísimamente hermosos, por ejemplo, los cinco primeros. Para cuando tenemos que pasar un momento difícil el Nº 23 llena los ánimos. Para cuando nos entristecen nuestros defectos y pecados el 25 llena de esperanza. Cuado estamos muy agradecidos con el señor, el 33. Y si hemos cometido graves pecados y deseamos que Dios deje de estar disgustado con nosotros, el salmo 51, que es el mejor acto de contrición que se ha escrito. Si deseamos recordar las maravillas que Dios ha hecho, recitamos el salmo 103 o el 104. Si nos gusta recordar las grandes cualidades que tiene nuestro Buen Dios digamos el salmo 145 y nos llenaremos de amor hacia El.
Dicen los sabios que los salmos son 150 espejos de nuestras rebeldías y de nuestras infidelidades, de nuestras agonías y de nuestras resurrecciones. Plegarias maravillosas nacidas hace más de dos mil doscientos años, que no han dejado de ser recitadas un solo día en templos, conventos, casas de familia, catedrales capillas, por santos y por pecadores, por gentes llenas de alegría y de agradecimiento y por personas destrozadas por la angustia, el temor o el remordimiento.
Son la vida convertida en plegaria. Constituyen una invitación a que convirtamos nuestra vida en una oración de confianza y de acción de gracias
GUIÓN DEL REZO DEL ROSARIO
Meditando el Rosario con los salmos
por las hermanas de Langeac
Oración Inicial
Escúchame cuando te invoco,
Dios y defensor mío,
Tú que en la angustia me diste alivio,
Ten piedad de mí y escucha mi oración.
(Sal 4)
MISTERIOS GOZOSOS
I. LA ANUNCIACIÓN DEL ANGEL A MARÍA
Aquí estoy, para hacer tu voluntad. Eso he deseado siempre, oh, Dios mío, y llevo tu Ley en mis entrañas. (Sal 40)Por todas las mujeres que esperan un niño, para que María les ayude a traerlo al mundo con esperanza y alegría, te rogamos Señor.
II LA VISITA DE MARÍA SANTÍSIMA A SU PRIMA SANTA ISABEL
Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida a tu pueblo y la casa paterna. Prendado está el rey de tu belleza, póstrate ante El, que El es tu Señor.(Sal 45)Por los exiliados, los emigrantes, los que está alejados de su familia, para que sean acogidos, aceptados, amados, te rogamos Señor
III EL NACIMIENTO DE JESÚS EN BELÉN
El me ha dicho: tú eres mi Hijo: Yo te he engendrado hoy. (Sal 2)Por todos los niños que no tienen padre, para que descubran a su Padre que está en los cielos, te rogamos, Señor
IV LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO
Oh, cuán amables son tus moradas, Señor de los Ejércitos. Mi alma suspira y anhela estar en los atrios del Señor. (Sal 84)
Por aquellos que buscan dar sentido a su vida, los que tienen sed de verdad, de autenticidad, para que descubran al que es la Verdad y la Vida, te rogamos Señor.
V JESÚS PERDIDO Y ENCONTRADO EN EL TEMPLO
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares. Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas (S 125)Por los padres separados de sus hijos, por las familias divididas, para que en el ejemplo de la Sagrada Familia encuentren fuerza, paciencia y estén dispuestos a perdonar, te rogamos Señor.
MISTERIOS LUMINOSOS
I EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN.
Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, mi Dios. (Sal 42)Por los que no te conocen, y que están decepcionados de la vida, para que encuentren en ti la verdadera Fuente de la felicidad, la Vía, la Vida, te rogamos Señor.
II LA AUTORREVELACIÓN DE JESÚS EN LAS BODAS DE CANÁ.
El Señor es mi pastor, nada me faltará (Sal 23)Por todos los que reciben el sacramento del matrimonio, para que reconozcan en ti la fuente de su felicidad y su fidelidad, te rogamos Señor.
III EL ANUNCIO DEL REINO INVITANDO A LA CONVERSIÓN.
Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, restaura en mi pecho un espíritu firme. (Sal 50)Para que los hombres sepan corresponder al corazón misericordioso del Padre, que no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, te rogamos Señor.
IV LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS
Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la gracia, el Señor te bendice eternamente. (Sal 45)
Para que los artistas, al reconocer las huellas de tu creación, conduzcan a otros hombres hacia ti, que eres la verdadera Belleza, te rogamos Señor.
Los salmos son los 150 himnos más bellos que existen.
Fueron escritos por varios profetas, sabios y poetas. La palabra salmo significa himno para recitarlo con música.
Los salmos ha sido las oraciones preferidas por los amigos de Dios durante más de veintidós siglos. Los recitaban los israelitas ya mucho antes de Cristo. Los recitaron Jesús y sus apóstoles, la Virgen María y los grandes santos de toda la historia.
Cuando una persona se acostumbra a rezar despacio los salmos, ya ninguna otra oración (excepto el Padrenuestro y el Avemaría) le parece tan hermosa, ni le llega tanto al alma.
Hay unos especialísimamente hermosos, por ejemplo, los cinco primeros. Para cuando tenemos que pasar un momento difícil el Nº 23 llena los ánimos. Para cuando nos entristecen nuestros defectos y pecados el 25 llena de esperanza. Cuado estamos muy agradecidos con el señor, el 33. Y si hemos cometido graves pecados y deseamos que Dios deje de estar disgustado con nosotros, el salmo 51, que es el mejor acto de contrición que se ha escrito. Si deseamos recordar las maravillas que Dios ha hecho, recitamos el salmo 103 o el 104. Si nos gusta recordar las grandes cualidades que tiene nuestro Buen Dios digamos el salmo 145 y nos llenaremos de amor hacia El.
Dicen los sabios que los salmos son 150 espejos de nuestras rebeldías y de nuestras infidelidades, de nuestras agonías y de nuestras resurrecciones. Plegarias maravillosas nacidas hace más de dos mil doscientos años, que no han dejado de ser recitadas un solo día en templos, conventos, casas de familia, catedrales capillas, por santos y por pecadores, por gentes llenas de alegría y de agradecimiento y por personas destrozadas por la angustia, el temor o el remordimiento.
Son la vida convertida en plegaria. Constituyen una invitación a que convirtamos nuestra vida en una oración de confianza y de acción de gracias
GUIÓN DEL REZO DEL ROSARIO
Meditando el Rosario con los salmos
por las hermanas de Langeac
Oración Inicial
Escúchame cuando te invoco,
Dios y defensor mío,
Tú que en la angustia me diste alivio,
Ten piedad de mí y escucha mi oración.
(Sal 4)
MISTERIOS GOZOSOS
I. LA ANUNCIACIÓN DEL ANGEL A MARÍA
Aquí estoy, para hacer tu voluntad. Eso he deseado siempre, oh, Dios mío, y llevo tu Ley en mis entrañas. (Sal 40)Por todas las mujeres que esperan un niño, para que María les ayude a traerlo al mundo con esperanza y alegría, te rogamos Señor.
II LA VISITA DE MARÍA SANTÍSIMA A SU PRIMA SANTA ISABEL
Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida a tu pueblo y la casa paterna. Prendado está el rey de tu belleza, póstrate ante El, que El es tu Señor.(Sal 45)Por los exiliados, los emigrantes, los que está alejados de su familia, para que sean acogidos, aceptados, amados, te rogamos Señor
III EL NACIMIENTO DE JESÚS EN BELÉN
El me ha dicho: tú eres mi Hijo: Yo te he engendrado hoy. (Sal 2)Por todos los niños que no tienen padre, para que descubran a su Padre que está en los cielos, te rogamos, Señor
IV LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO
Oh, cuán amables son tus moradas, Señor de los Ejércitos. Mi alma suspira y anhela estar en los atrios del Señor. (Sal 84)
Por aquellos que buscan dar sentido a su vida, los que tienen sed de verdad, de autenticidad, para que descubran al que es la Verdad y la Vida, te rogamos Señor.
V JESÚS PERDIDO Y ENCONTRADO EN EL TEMPLO
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares. Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas (S 125)Por los padres separados de sus hijos, por las familias divididas, para que en el ejemplo de la Sagrada Familia encuentren fuerza, paciencia y estén dispuestos a perdonar, te rogamos Señor.
MISTERIOS LUMINOSOS
I EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN.
Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, mi Dios. (Sal 42)Por los que no te conocen, y que están decepcionados de la vida, para que encuentren en ti la verdadera Fuente de la felicidad, la Vía, la Vida, te rogamos Señor.
II LA AUTORREVELACIÓN DE JESÚS EN LAS BODAS DE CANÁ.
El Señor es mi pastor, nada me faltará (Sal 23)Por todos los que reciben el sacramento del matrimonio, para que reconozcan en ti la fuente de su felicidad y su fidelidad, te rogamos Señor.
III EL ANUNCIO DEL REINO INVITANDO A LA CONVERSIÓN.
Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, restaura en mi pecho un espíritu firme. (Sal 50)Para que los hombres sepan corresponder al corazón misericordioso del Padre, que no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, te rogamos Señor.
IV LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS
Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la gracia, el Señor te bendice eternamente. (Sal 45)
Para que los artistas, al reconocer las huellas de tu creación, conduzcan a otros hombres hacia ti, que eres la verdadera Belleza, te rogamos Señor.
V LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA.
Ha establecido la paz en tu territorio y te alimenta de la flor de harina. (Sal 147)Bendito seas Señor por la Eucaristía que nutre, fortifica y sacia nuestra hambre. Para que la vivamos aún más cada día, te rogamos, Señor.
MISTERIOS DOLOROSOS
I LA ORACIÓN EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ
Pero tú, Señor, trátame bien por amor de tu nombre, líbrame con la ternura de tu bondad. Que soy un pobre desprotegido y débil y tengo el corazón lleno de angustia.(Sal 109)Para que los hombres, uniéndose a tu agonía, encuentren fuerza y consuelo en su prueba, te rogamos Señor.
II LA FLAGELACIÓN
Por mis espaldas pasaron el arado y trazaron surcos. (Sal 129)Por los enfermos, los que sufren, los minusválidos, para que encuentren su lugar en la sociedad y sean reconocidos como hijos de Dios, te rogamos Señor.
III LA CORONACIÓN DE ESPINAS
Estoy hecho el escarnio de ellos: me miran y meneando sus cabezas me insultan (Sal 109)Para que todos aquellos que son despreciados sepan encontrar confianza en sí mismos, te rogamos Señor.
IV LA VÍA DE LA CRUZ
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Sal 22)Por los que no tienen alegría ni esperanza, para que cobren en tu cruz un nuevo impulso, te rogamos, Señor.
V LA MUERTE DE JESÚS
De gran precio es a los ojos del Señor la muerte de sus santos. (Sal 115)Por los moribundos, para que no estén solos en su tránsito, te rogamos Señor.
MISTERIOS GLORIOSOS
I LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR
...se me alegra el corazón y mi carne descansa serena. Por que no dejarás a tu siervo conocer la corrupción, ni abandonarás en la fosa a quien te ha sido fiel. (Sal 16)
Señor, que aprendamos a no dudar jamás de tu amor, especialmente cuando las pruebas y las tristezas nos visiten.
II LA ASCENSIÓN DE JESÚS AL CIELO
Que se abran de par en par las puertas eternas: va a entrar el Rey de la Gloria. (Sal 24)Señor, tú que estás sentado a la derecha del Padre, dame un corazón que espere confiado tu gloriosa Venida.
III LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO
Oh, Señor, cuán grandiosas son tus obras. Todo lo has hecho sabiamente: la tierra se llena de tus bienes. (Sal 103)Señor, concédeme saber apreciarte, adorarte, cantarte, en la belleza de tu creación.
IV LA ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO
Ya entra la princesa, bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes (Sal 44)Señor, tú que glorificaste a la Virgen María en cuerpo y alma, concédeme vivir como ella y entregar mi cuerpo y mi alma.
V LA CORONACIÓN DE MARÍA COMO REINA DE TODO LO CREADO
Quiero hacer memorable tu nombre por generaciones y generaciones, y los pueblos te alabarán por los siglos de los siglos (Sal 44)Señor, tú que coronaste a la Virgen María y nos la diste como poderosa abogada, concédenos rogarle con un corazón confiado y gozar un día su alegría.
CONCLUSIÓN
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
proclamando todas tus maravillas;
Me alegro y grito lleno de alegría,
quiero cantar himnos a tu nombre, oh, Altísimo.
(Sal 9)
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