abril 2018
Meditando
los Misterios Gloriosos con los Padres de la Iglesia
I LA
RESURRECCIÓN DE N.S.J.
La Resurrección de Cristo es vida para los muertos,
perdón para los pecadores, gloria para los santos. Por eso el salmista invita a
toda la creación a celebrar la
resurrección de Cristo al decir que hay que alegrarse y regocijarse en este día
que hizo el Señor. La luz de Cristo es un día sin noche, un día que no tiene
fin. Todos debemos alegrarnos en este día santo. (San Máximo de Turín)
Oremos, por intercesión de María, para que
podamos recorrer con la gracia de Dios el camino que conduce a la plenitud de
la vida en el hogar del cielo.
II LA ASCENSIÓN DE
JESÚS AL CIELO
Aunque nuestro espíritu fluctúe perturbado por muchas cosas, clavemos el
ancla de nuestra esperanza en la patria eterna, afiancemos la intención de la
mente en la luz verdadera. (San Gregorio
Magno)
Oremos, por intercesión de María, para que
todos seamos testigos del Evangelio de la vida.
III LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO
El Espíritu Santo, en medio de un ruido
súbito, descendió sobre los discípulos y cambió sus corazones de carne en amor
hacia él. Y las lenguas de fuego que aparecieron exteriormente, encendieron
interiormente sus corazones. ¡Qué gran dignidad sea ésta: poseer a Dios que ha
venido a hospedarse en el corazón! (San
Gregorio Magno).
Oremos, por intercesión de María, para que
el Espíritu Santo ilumine e impulse a los gobernantes a defender la vida humana
desde su concepción hasta su muerte natural.
IV LA ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO
Era necesario que la que había albergado al
Verbo divino en su seno, fuese a habitar en los tabernáculos de su Hijo. Y así
como dijo el Señor que debía estar en la morada de su propio Padre, era
necesario que su Madre morase en el palacio de su Hijo, en la mansión del
Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios. (San Juan Damasceno)
Oremos, por intercesión de María Inmaculada,
para que los esposos vivan la pureza de su amor conyugal, y éste sea fuente de
vida.
V LA CORONACIÓN DE MARÍA COMO
REINA DE TODO LO CREADO
Era necesario que
la Madre de Dios entrara en posesión de los bienes de su Hijo y fuera honrada
como Madre y Servidora de Dios por toda la creación. La herencia pasa siempre
de padres a hijos; sin embargo aquí las corrientes del río sagrado remontan
hacia su fuente. Pues el Hijo ha sometido a su Madre la creación entera. (San Juan Damasceno)
Oremos, por intercesión de María, Reina de
la familia, para que proteja a las familias que están sufriendo cualquier tipo
de necesidad.
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