N° 46- Del Jubileo de la Orden II

28 de agosto de 2016


LOS MISTERIOS DEL ROSARIO

PARA EL JUBILEO DE LA ORDEN DE PREDICADORES (II)

“El año jubilar será un año del Rosario...”
(Fr. Louis-Marie Ariño-Durand OP, Promotor General del Rosario)


MISTERIOS GOZOSOS


Marko Rupnik,sj: Anunciación



I  La Anunciación
"¡Oh María, templo de la Trinidad, portadora del fuego, distribuidora de la Misericordia, María, que has hecho germinar el fruto divino!... Tú eres el árbol nuevo que trajo la fragante flor de la Palabra, el Hijo único de Dios. En ti, tierra fecunda, fue sembrada la Palabra. Tú eres a la vez la tierra y el árbol. Oh María, bendita entre todas las mujeres, tú nos has dado el pan de tu harina: la divinidad ha sido unida y mezclada con la humanidad, con tanta fuerza que ahora nada, ni la muerte ni nuestras ingratitudes, podrán romper la unión". (Santa Catalina de Siena, 1347 - 1380)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a hacer en todo la voluntad del Señor.


II  La Visitación
"Hablando de Isabel a María, el ángel Gabriel le sugirió la idea de una visita a esta pariente para asegurar a Isabel de su predilección, tal vez hablar con ella del destino de sus dos hijos. Iluminada desde arriba, movida por la caridad, se apresuró a salir para ir a felicitarla y ayudarla... Al entrar en la casa, María saludó a Isabel con la cordialidad de una pariente, la deferencia de una niña con una anciana, con una graciosa sonrisa indicaba que ella no ignoraba nada. Entonces, la criatura saltó de alegría en el vientre de Isabel, su madre también fue llena del Espíritu de Dios y plenamente esclarecida sobre la dignidad de la Madre del Mesías”. (Padre Marie-Joseph Lagrange, 1855-1938)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a hacer de cada visita una Visitación.


III  La Natividad
"Durante el tiempo de Navidad, Jesús quiere una choza vil y pobre, quiere nuestro corazón purificado, pobre y vacío de afectos terrenales, lleno y adornado de virtudes, y quiere que imitemos únicamente a su Madre santísima, arca y templo de toda virtud, quiere que como el buey rumiemos las cosas celestes, y quiere que el potro de nuestro cuerpo sea humilde y sumiso a la razón. Que Él se digne descansar en el heno de nuestros deseos haciendo de él un heno suave y fragante en el que se complazca en tomar su descanso." (Santa Catalina de Ricci, 1522 - 1590
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos la belleza del silencio y la contemplación.


IV  La Presentación de Jesús
"¡Qué grande era la pobreza en que Jesucristo quiso nacer, ya que su madre el día de su purificación, ni siquiera tiene los medios para conseguir un cordero que pueda ofrecer. También eligió todas las otras cosas relacionadas con el estado de pobreza que quiso abrazar: vivió en una casa muy pobre, en una familia pobre, de una madre pobre; quiso ser presentado en el templo a su Padre como un pobre, y en honor a la pobreza en el curso de su vida, escogió discípulos pobres”. (Fray Luis de Granada, 1504 - 1588).
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a someter nuestras vidas al Señor como un sacrificio que le agrade.


V   El encuentro de Jesús en el Templo
"[En este episodio del encuentro de Jesús entre los doctores] San Lucas ha querido dar a entender cómo Jesús, a la edad de 12 años, tenía una clara conciencia de su origen divino, conciencia que los evangelistas no han atribuido a una revelación ni al progreso, y por lo tanto, debe referirse a esta visión inmediata, originaria, propia de su naturaleza, que hace penetrar a su inteligencia en la distinción del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo dentro de la inefable Trinidad." (Padre Marie-Joseph Lagrange, 1855-1938)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a estar siempre cerca del Padre. 


MISTERIOS LUMINOSOS



Marko Rupnik,sj: Las Bodas de Caná


I  Bautismo
"El Bautismo inaugura la vida pública de Jesús, revela su naturaleza, su papel divino, todo su destino y la fuerza que lo conducirá. Los adversarios de la intervención personal de Dios no penetraron nunca en el significado más profundo; la historia evangélica será para ellos un libro cerrado. Ahora Jesús no es más que el carpintero de Galilea; el velo que le ocultaba a la multitud se levantará: y aparecerá lo que él es, el Cristo, el Hijo de Dios. Sin embargo, mantendrá en su grandeza divina, una naturaleza sometida al dolor y la muerte." (P. Enrique Luis Rémy Didon, 1840 - 1900)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a ser fieles a las promesas de nuestro bautismo.


II  Las bodas de Caná
“En Caná el vino que los novios tenían reservado durante largo tiempo se acabó... Jesús estaba en la mesa acompañado de su madre. Previéndolo, compadecida, segura de que él compartía sus sentimientos, María le dijo simplemente: "No tienen vino". Es esta la más delicada de las plegarias, apenas una sugerencia, ni siquiera la expresión de un deseo... Jesús hizo entender a su madre que ni él ni ella debían intervenir en este asunto. Sin embargo, María interpretando sin duda la mirada más que las palabras, dijo a los sirvientes: "Haced lo que Él os diga."” (Padre Marie-Joseph Lagrange, 1855-1938)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a estar siempre atentos a las necesidades de los que nos rodean.


III  La Proclamación del Reino
"Los hombres son fascinados por Cristo con un deseo vehemente y una gran devoción, después de escuchar sus palabras de vida eterna y ver sus maravillosos milagros. Muchos también mueren por su gloria, impulsados por la vehemencia de su amor; porque son dulces y eficaces las palabras de nuestro Salvador, y todos "se reunieron" para escucharle con gran placer. Sus palabras son dulces, atractivas y sumamente eficaces, están llenan de inspiración divina y del fuego del Espíritu Santo”. (Fr. Bartolomé de Las Casas, 1484 - 1566)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a ser predicadores celosos del Evangelio.


IV  La Transfiguración
"Seis días después de la confesión de fe de Pedro, pasó una escena extraordinaria que no tiene paralelo en la vida de Jesús, si no es en la oración de Getsemaní como la antítesis; en los dos casos, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan para orar con ellos a solas; en ambos casos, los discípulos están paralizados por el sueño, en los dos casos Jesús recibe una visita de lo alto. Pero la transfiguración es una garantía cierta de la gloria de Jesús, la escena de Getsemaní le muestra hasta el punto donde se abaja más." (Padre Marie-Joseph Lagrange, 1855-1938)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a contemplar a Cristo transfigurado.


V  La institución de la Eucaristía
"La divina Eucaristía es fuego consumidor, capaz de quemar los corazones más fríos. ¿Te sientes lleno de debilidades e imperfecciones? Ahí tienes el recurso a la sagrada comunión; es el pan de los fuertes, la leche de los débiles, el remedio de los enfermos, la energía del viajero que sube el camino de la perfección hasta la montaña de Dios. ¿Sientes demasiado apego a ti mismo y a las cosas de este mundo? La Eucaristía nos inspira un gran desprendimiento y un deseo cada vez mayor por la vida eterna”. (Bto. Jacinto-María Cormier, 1832-1916).
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a tener siempre hambre del Pan de la vida dado para la salvación del mundo.


MISTERIOS DOLOROSOS


Marko Rupnik,sj: Longinos traspasa el costado de Cristo



I   La agonía
"Un día, meditando el sudor de sangre de Jesucristo en el Huerto de los Olivos, Inés vio a nuestro Señor postrado en tierra, la cara contra el suelo, y vio salir de sus brazos, a lo largo de las venas de todo el cuerpo, una gota de sangre y otra de agua. "Creo que en el Huerto de los Olivos esto es lo que más le hizo sufrir, dijo ella, pues la sola vista de mis pecados le hizo salir la sangre de las venas. Es la repugnancia de mis pecados la que hizo salir la sangre, lo que demuestra que eran muy grandes". (Bta. Inés de Langeac, 1602 - 1634)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a no abandonar nunca a los moribundos.


II   La flagelación
"¿Estás atribulado? Invita a todas las facultades de tu alma a venir y beber un pequeño sorbo de este cáliz en seguimiento de Jesús flagelado. Mantén la paz, en la sencillez del espíritu que evita toda reflexión vana sobre la causa de las tribulaciones, su duración, su remedio y en una humilde confianza. ¿Estás en la noche? Eres como un misionero perdido en medio del bosque, los animales salvajes pasan y rugen... Subido en un árbol te haces el muerto... Cuando llega el día los monstruos regresan a su guarida y el hombre de Dios continúa su camino para salvar almas”. (Bto. Jacinto-María Cormier, 1832 - 1916)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a apoyar a todos los que sufren en el cuerpo.


III   La coronación de espinas
"Jesús fue despojado de sus vestidos. Porque se creía rey se le envuelve en una capa roja de un soldado, como un manto de púrpura; se trenza en forma de corona un manojo de espinas destinadas a ser quemadas en el fuego. En su mano una caña como cetro. Doblan la rodilla delante de él con carcajadas, los soldados le saludan como el Rey de los judíos y le golpean la cabeza con su bastón. Bofetadas y salivazos caracterizan su homenaje. Pero Jesús era el verdadero Rey de los judíos: necedad para los soldados romanos, escándalo y desprecio para los judíos!”. (Padre Marie-Joseph Lagrange, 1855-1938)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a ayudar a los que sufren en su espíritu.


IV   Jesús cargado con la Cruz
"Jesús ha venido a la tierra para ser un perfecto ejemplo propuesto para nuestra imitación. Con este fin, comenzó tomando la cruz sobre sus hombros, pero quiso que Simón de Cirene la llevara detrás de él; de ahí también que no nos ha dicho en el Evangelio que caminemos delante de él, sino que le sigamos, llevando nuestra cruz. Quiso levantar el trofeo antes que nadie. Después, ha dejado su cruz a las almas perfectas, dispuestas a obedecer a la voluntad de su Padre." (Padre Luis Chardon, 1595 - 1651).
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a ser Simón de Cirene para aquellos que viven agobiados por el peso de la vida.


V   La crucifixión y muerte de Jesús
"Jesucristo, mi Señor crucificado, Hijo de la Bienaventurada Virgen María, abre tus ojos y mírame, como miraste desde lo alto de la cruz a tu querida madre, afligida por el dolor.
Jesucristo mi Señor crucificado, Hijo de la Bienaventurada Virgen María, abre tu boca y háblame, así como hablaste a San Juan cuando lo diste por hijo a la Virgen María.
Jesucristo, mi Señor crucificado, Hijo de la Bienaventurada Virgen María, abre tus brazos sagrados y abrázame, así como los abriste sobre el árbol de la Cruz para abrazar al género humano." (San Pío V, 1504 - 1572)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos, siguiendo el ejemplo de Nuestro Padre Santo Domingo, a descubrir el camino de la vida en el libro de la Cruz. 



MISTERIOS GLORIOSOS

Imagen relacionada
Marko Rupnik,sj: Pentecostés



I   La Resurrección
No hay nada que buscar, María: Has encontrado al que no perderás ya nunca. No le verás más en la cruz en las manos de la muerte. No irás más a su tumba para embalsamarlo con los perfumes de la caridad. No pedirás a nadie más que a él ni en la tierra ni en el cielo; porque él es tu alma y tu alma es él. Separada por un tiempo, has alcanzado el lugar donde no hay nada ya que impida la unión y la unidad. (Padre Enrique Lacordaire, 1802 - 1861).
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a dar gracias por esta nueva vida que se nos da a través de la resurrección de Cristo.

II   La Ascensión
Él, el Poderoso de los poderosos, sometió al demonio cautivo, y ascendió al cielo con su fuerza. Allí, en el resplandor, en la sublimidad de su gloria, él disfruta con el Padre de todos los bienes celestiales. Rey de la vida eterna, nos hizo sus coherederos, sus copartícipes en la contemplación que satisface todos los deseos de los ángeles; él es de tal belleza que todas las criaturas no pueden dejar de admirar; sus palabras tienen un encanto incomparable. Él será nuestra recompensa. (Bta. Colomba de Rieti, 1467-1501).
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a desear siempre el Cielo. 

III    Pentecostés
El Espíritu Santo  nos ha sido dado. Él descendió sobre los apóstoles. Se ha dado en abundancia, con exceso. Ha inundado a todos interna y externamente de su gracia. (Juan Tauler, 1300-1361)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a ser dóciles al soplo del Espíritu.

IV    La Asunción
Esta reina celestial y gloriosa que, antes en el mundo, no parecía ser más que un poco de tierra, hoy se eleva por encima de todos los mundos, así como enseña la Iglesia entre nosotros. El que la estableció Reina de los Serafines y que fue llevado en su vientre con una verdadera carne humana, desciende a través de las regiones del cielo para honrarla y darle la corona. ¡Qué triunfo en las profundidades del cielo, entre los bienaventurados espíritus, con motivo de su asunción maravillosa! (Fr. Jerónimo Savonarola, 1452 -1498)
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a ir siempre a Cristo a través de ti. Ad Jesum per Mariam.

V    La coronación de María
Mira la dulce Reina del Rey celestial, tan querida para tu corazón, que se inclina con ternura en su Amado, rodeada de rosas en flor y de lirios de los valles. Mira su exquisita belleza que llena de alegría a todo el ejército celestial. ¡Ah! Ahora te dirige una mirada que hará las delicias de tu corazón y de tu mente! Mira la Madre de la Misericordia, que poco a poco volvió sus ojos, sus ojos suaves y misericordiosos hacia ti y hacia todos los pecadores, para protegeros con su poder y reconciliaros con su hijo amado. (Bto. Enrique Susón, 1295-1366).
Nuestra Señora del Rosario, enséñanos a amar más y mejor, que seamos dignos hijos de nuestro Padre Santo Domingo.

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