Año V- Nº 29 al 32
agosto 2010
Rosario por el Bicentenario 2010-2016
por el P. Juan José Riba
(Adaptación)
Meditaciones leídas en el marco de las Jornadas sobre las Invansiones Inglesas
realizadas en el Centro Apostólico Santo Domingo
Córdoba, 9 al 12 de agosto de 2010
MISTERIOS GOZOSOS
I La Anunciación del Ángel a MaríaDios se hace uno de nosotros en el seno de María. Desde que el Verbo se hizo carne, la historia humana encontró un centro y un norte. Antes de que nuestro país naciera, Cristo y María ya habían sellado el alma de ese pueblo nuevo que surgía. Los hombres nacían a la vida eterna con el bautismo; la eucaristía los acompañaba y sostenía a lo largo de la vida; el amor humano era elevado y santificado por el matrimonio; y se enfrentaba el último paso con la fuerza de la unción. Que Cristo y María nos ayuden siempre a renacer superando nuestras fragilidades, torpezas y desencuentros y nos enseñen a construir una patria de hermanos.
II La Visita de María Santísima a su prima Santa IsabelLa Virgen se pone en camino hacia la casa de Isabel, llevando a Jesús en su vientre. También se puso en camino para visitarnos en nuestra historia: así, la “villa de Luján”, Itatí, o la Virgen del Valle son mojones de su presencia entre nosotros. También hoy María visita las familias de nuestra patria que le abren las puertas de su casa: quiere regalarnos la alegría de encontrarnos como hermanos, como vecinos, y nos quiere ayudar a construir una patria que sea más fraterna, donde reine el gozo, la solidaridad y la justicia.
III El nacimiento de Jesús en BelénAquel que no es contenido ni por el cielo ni por la tierra viene al mundo en una aldea. El Invisible, se vuelve visible. Dios se hace niño y nace en un humilde pesebre de Belén. Dios ama la sencillez y la pobreza. Que nunca nos olvidemos de los pobres y excluídos, y que luchemos para agrandar la mesa cada día más, compartiendo nuestros bienes y haciendo que todos encuentren un lugar en ella. Que la administración de los abundantes bienes que el Señor brindó a nuestra patria esté inspirada por el espíritu de solidaridad y justicia.
IV La Presentación del Niño en el Templo
Subes con Jesús al Templo para ofrecerlo al Señor. Lo más preciado, lo entregas. Sabes que tu Hijo es un regalo de lo alto y, a Quien te lo entregó, lo devuelves. El Dios de Israel te lo confía nuevamente para que lo cuides y lo eduques. También tu pueblo, Madre, se acerca a los múltiples santuarios esparcidos por toda nuestra geografía, para entregarte sus tesoros más valiosos, pedirte que lo escuches en sus padecimientos, lo consueles en sus dolores, aumentes sus alegrías y fortalezcas sus buenas intenciones. Te pedimos, Señora, que los dones que nos han sido regalados como pueblo, los sepamos utilizar para bien de todos en nuestra Argentina.
V El Niño perdido y hallado en el Templo
Jesús, sabiduría del Padre, interroga a los doctores y éstos se asombran de su agudeza. Haz, Madre, que amemos más el saber y luchemos contra la ignorancia, que promovamos la educación en nuestra patria, que nos formemos como cristianos conociendo lo que el Señor nos enseñó a través de su Palabra y de su Iglesia.
I La Anunciación del Ángel a MaríaDios se hace uno de nosotros en el seno de María. Desde que el Verbo se hizo carne, la historia humana encontró un centro y un norte. Antes de que nuestro país naciera, Cristo y María ya habían sellado el alma de ese pueblo nuevo que surgía. Los hombres nacían a la vida eterna con el bautismo; la eucaristía los acompañaba y sostenía a lo largo de la vida; el amor humano era elevado y santificado por el matrimonio; y se enfrentaba el último paso con la fuerza de la unción. Que Cristo y María nos ayuden siempre a renacer superando nuestras fragilidades, torpezas y desencuentros y nos enseñen a construir una patria de hermanos.
II La Visita de María Santísima a su prima Santa IsabelLa Virgen se pone en camino hacia la casa de Isabel, llevando a Jesús en su vientre. También se puso en camino para visitarnos en nuestra historia: así, la “villa de Luján”, Itatí, o la Virgen del Valle son mojones de su presencia entre nosotros. También hoy María visita las familias de nuestra patria que le abren las puertas de su casa: quiere regalarnos la alegría de encontrarnos como hermanos, como vecinos, y nos quiere ayudar a construir una patria que sea más fraterna, donde reine el gozo, la solidaridad y la justicia.
III El nacimiento de Jesús en BelénAquel que no es contenido ni por el cielo ni por la tierra viene al mundo en una aldea. El Invisible, se vuelve visible. Dios se hace niño y nace en un humilde pesebre de Belén. Dios ama la sencillez y la pobreza. Que nunca nos olvidemos de los pobres y excluídos, y que luchemos para agrandar la mesa cada día más, compartiendo nuestros bienes y haciendo que todos encuentren un lugar en ella. Que la administración de los abundantes bienes que el Señor brindó a nuestra patria esté inspirada por el espíritu de solidaridad y justicia.
IV La Presentación del Niño en el Templo
Subes con Jesús al Templo para ofrecerlo al Señor. Lo más preciado, lo entregas. Sabes que tu Hijo es un regalo de lo alto y, a Quien te lo entregó, lo devuelves. El Dios de Israel te lo confía nuevamente para que lo cuides y lo eduques. También tu pueblo, Madre, se acerca a los múltiples santuarios esparcidos por toda nuestra geografía, para entregarte sus tesoros más valiosos, pedirte que lo escuches en sus padecimientos, lo consueles en sus dolores, aumentes sus alegrías y fortalezcas sus buenas intenciones. Te pedimos, Señora, que los dones que nos han sido regalados como pueblo, los sepamos utilizar para bien de todos en nuestra Argentina.
V El Niño perdido y hallado en el Templo
Jesús, sabiduría del Padre, interroga a los doctores y éstos se asombran de su agudeza. Haz, Madre, que amemos más el saber y luchemos contra la ignorancia, que promovamos la educación en nuestra patria, que nos formemos como cristianos conociendo lo que el Señor nos enseñó a través de su Palabra y de su Iglesia.
MISTERIOS DOLOROSOS
I La oración en el Huerto
Jesús reza en medio de las tinieblas que lo rodean. Pide al Padre las fuerzas para seguir con entereza su camino. El pueblo argentino en sus momentos difíciles rezó el Rosario: fue sostén de nuestras tropas en la independencia, arma para defendernos de la tentación de enfrentarnos con pueblos hermanos, súplica para que descienda la lluvia o se calmen los temblores de la tierra. Te pedimos, Señora, que por el rezo incesante del rosario sigas brindando a nuestra patria la protección que siempre le prodigaste.
II La FlagelaciónSeñor: haz que no flagele a mi hermano con la indiferencia, la difamación, el odio o la envidia: dame la fuerza para practicar aquellas virtudes sociales que mantiene unida a nuestra patria: la paz, la justicia y concordia.
III La Coronación de espinas
Como pueblo nos hemos olvidado que Jesús es Camino, verdad y Vida. A menudo hemos extraviado el camino, despreciado la Verdad y escogido una vida vacía. Así, la soberbia intelectual, el desprecio de los que piensan diferente y la mentira proclamada como verdad han herido a nuestro pueblo. Señora, te pedimos fortaleza espiritual y física par todos los hijos de esta patria.
IV El camino del CalvarioComo pueblo sentimos muchas veces el peso de la historia, el lastre de nuestros pecados y la debilidad producida por las fragilidades. Haz que nunca olvidemos, Señor, que tú eres como el Cireneo que nos ayuda a cargar nuestra cruz.
V La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo
Para el cristiano no hay muerte sin resurrección. Cuántas veces como pueblo hemos experimentado la muerte: revoluciones, crisis económicas, desilusiones. Sin embargo, con entereza y oración hemos salido adelante. También hoy te recordamos: “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos”.
MISTERIOS GLORIOSOS
I La Resurrección de NSJ
Muchas veces como pueblo hemos experimentado que la vida nos fue arrebatada, que el pecado y nuestra propia debilidad nos sumergieron en las tinieblas. Haz, Virgen Santa, resurgir en nosotros con fuerza la fe en la resurrección de Jesús y que nuestro pueblo camine a su luz hasta el encuentro definitivo con Él.
II La Ascensión de NSJ a los cielosSeñor: Nuestro país experimentó a lo largo de la historia momentos de cielo, como cuando nos libramos de una potencia extranjera, o nos ayudamos unos a otros en momento de catástrofes nacionales o regionales. Te pedimos, por intercesión de tu Santa Madre, infundas a nuestra patria la esperanza cierta de un futuro de paz, justicia y dignidad.
III La Venida del Espíritu Santo
Nuestro pueblo se formó en un primer momento del aporte de españoles e indígenas, y luego se sumaron a ellos todas las naciones de la tierra que quisieron poblar el suelo argentino. Te pedimos que tu Espíritu nos ayude a seguir acogiendo a todos como hermanos.
IV La Asunción de Nuestra SeñoraCada vez que el pueblo argentino se acerca a los santuarios dispersos por nuestra geografía, le dice a María que quiere ascender con ella al cielo.
V La Coronación de la Santísima VirgenMaría, tú participas de manera misteriosa en la realeza de tu Hijo, y por eso el pueblo te reconoce como Reina. Eres Reina pues has servido y lo sigues haciendo desde tus santuarios. Haz que reconozcamos nuestra dignidad de cristianos y construyamos nuestra patria sobre la realeza poderosa del Señor de la historia.
MISTERIOS LUMINOSOS
I El Bautismo de Jesús en el JordánNuestros padres de la patria, hombres de fe, conocieron por el agua del bautismo el diálogo inagotable de amor que une a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Ellos anhelaron hacer de esta tierra un lugar de paz y unidad que se construye por el diálogo sincero entre hermanos, hijos de un mismo Padre.
II Las Bodas de Caná
El primer milagro lo hace Jesús en el seno de una familia, por la suave insistencia de su Madre. También, desde los inicios de nuestra patria, María está en cada hogar argentino, velando por nuestras necesidades. Ponemos bajo su manto celeste y blanco a la familia; protégela e inspira nuestras leyes y a los medios de comunicación para que favorezcan su sano crecimiento.
III El anuncio del Reino invitando a la conversión“Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres” Nosotros también queremos seguirte, señor, ser tus discípulos, como tantas generaciones de argentinos que ya lo han hecho. Queremos nutrirnos de nuestras raíces cristianas, vivir de ellas en este siglo veintiuno.
IV La Transfiguración
Señor: queremos hoy confiarte la salud y la educación de las futuras generaciones de nuestra patria. Que en las escuelas, las universidades, los medios de comunicación, tu Verdad resplandezca y nos transfigure.
V La institución de la Eucaristía
Señor, regalaste a nuestra patria grandes dones naturales, para que pudiéramos generar bienestar para nosotros y cubrir también, si fuera necesario, las necesidades de muchas otras naciones. Mas, qué haríamos con ellos sin el regalo de tu Hijo hecho pan de vida. Que al comer del Pan de tu Palabra y de tu Cuerpo, nos hagamos también pan para otros, contribuyendo con nuestro esfuerzo para que en nuestra patria haya pan y trabajo para todos.
Santa María de la Rábida, que te dignaste escuchar los ruegos de Cristóbal Colón en 1492 cuando, antes de tu partida del Puerto de Palos, te visitaba e imploraba protección para la empresa que proyectaba.
Santa María de la Concepción, que diste nombre junto al del Salvador a las primeras tierras descubiertas en América.
Virgen de la Candelaria, a quien Juan Díaz de Solís en 1518 honró denominando así al primer accidente geográfico del Río de la Plata.
Santa María de la Victoria, bajo cuya advocación colocó Magallanes a una de sus naves que surcaron primera vez nuestros mares del sur en 1519.
Nuestra Señora del Coral, bajo cuya protección Sebastián Elcano completó en 1522 la primera vuelta al mundo por el Atlántico Sur a través del estrecho de todos los Santos.
Santa María del Espinar, que acompañaste a Gaboto hasta estas tierras en 1527 en el nombre de una de sus naves.
Santa María del Buen Ayre, patrona de los navegantes, que diste tu nombre a nuestra actual Capital federal.
Nuestra Señora de las Nieves, que fuiste venerada como Patrona de Buenos Aires junto a San Martín de Tours.
Santísima Madre, que en tu imagen de la Inmaculada estuviste presente por decisión de Juan de Garay en la fundación de la ciudad de Santa Fe.
Virgen del los Milagros, que en 1836 realizaste grandes prodigios en Santa Fe.
Inmaculada Concepción de María, bajo cuya protección los padres jesuitas fundaron en Santa Fe, en 1610, el primer colegio católico en territorio patrio.
Pura y Limpia Concepción del Río Luján, que en 1630 quisiste establecerte maternalmente en los campos bonaerenses y eres venerada como la Virgen Gaucha, Patrona de la República Argentina.
Nuestra Señora de Itatí, Reina del Paraná, patrona de la Provincia de Corrientes.
Nuestra Señora del Valle, Virgen Morenita Patrona de Catamarca.
Nuestra Señora del Rosario de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires, que dispensaste especial protección a las armas del Virreinato del Río de la Plata comandadas por Liniers, tu gran devoto, durante las difíciles jornadas de las invasiones inglesas de 1807.
Nuestra Señora del Rosario del Milagro, a quien los cordobeses llaman cariñosamente La Negrita, que cruzando de un modo portentoso el Océano Pacífico ha elegido Córdoba como trono de misericordia.
Nuestra Señora del Río Blanco y Paypaya de Jujuy, que presidiste los actos de la primera bendición de nuestra bandera el 25 de mayo de 1812.
Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa, patrona de la provincia de Santiago del Estero.
Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, proclamada por San Martín como Patrona y Generala del Ejército de los Andes.
Virgen de la Merced, Generala del Ejército de Belgrano.
Nuestra Señora del Rosario del Trono, Patrona de San Luis.
Nuestra Señora de Puelches y Poyas, honrada en la misión de Nahuel Huapi, fundada por el Padre Mascardi en 1670.
María Auxiliadora, que conquistaste la Patagonia para Cristo y para la patria por decisión de San Juan Bosco y por la obra de sus salesianos.
Nuestra Señora Cautiva de Villa de María de Río Seco.
Nuestra Señora del Buen Viaje de Morón.
Nuestra Señora de Villa Concepción del Tío.
Virgen Madre del Cerro de Tulumba
Virgen de La Laguna, Patrona del sudoeste chaqueño.
Nuestra Señora de la Carrodilla, Patrona de los viñedos.
Stella Maris, Patrona de la Armada argentina.
Virgen de Loreto, Patrona de la Aviación argentina.
Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás de los Arroyos.
Nuestra Señora de la Soledad, patrona de nuestras Islas Malvinas.
Santa María del Espinar, que acompañaste a Gaboto hasta estas tierras en 1527 en el nombre de una de sus naves.
Santa María del Buen Ayre, patrona de los navegantes, que diste tu nombre a nuestra actual Capital federal.
Nuestra Señora de las Nieves, que fuiste venerada como Patrona de Buenos Aires junto a San Martín de Tours.
Santísima Madre, que en tu imagen de la Inmaculada estuviste presente por decisión de Juan de Garay en la fundación de la ciudad de Santa Fe.
Virgen del los Milagros, que en 1836 realizaste grandes prodigios en Santa Fe.
Inmaculada Concepción de María, bajo cuya protección los padres jesuitas fundaron en Santa Fe, en 1610, el primer colegio católico en territorio patrio.
Pura y Limpia Concepción del Río Luján, que en 1630 quisiste establecerte maternalmente en los campos bonaerenses y eres venerada como la Virgen Gaucha, Patrona de la República Argentina.
Nuestra Señora de Itatí, Reina del Paraná, patrona de la Provincia de Corrientes.
Nuestra Señora del Valle, Virgen Morenita Patrona de Catamarca.
Nuestra Señora del Rosario de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires, que dispensaste especial protección a las armas del Virreinato del Río de la Plata comandadas por Liniers, tu gran devoto, durante las difíciles jornadas de las invasiones inglesas de 1807.
Nuestra Señora del Rosario del Milagro, a quien los cordobeses llaman cariñosamente La Negrita, que cruzando de un modo portentoso el Océano Pacífico ha elegido Córdoba como trono de misericordia.
Nuestra Señora del Río Blanco y Paypaya de Jujuy, que presidiste los actos de la primera bendición de nuestra bandera el 25 de mayo de 1812.
Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa, patrona de la provincia de Santiago del Estero.
Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, proclamada por San Martín como Patrona y Generala del Ejército de los Andes.
Virgen de la Merced, Generala del Ejército de Belgrano.
Nuestra Señora del Rosario del Trono, Patrona de San Luis.
Nuestra Señora de Puelches y Poyas, honrada en la misión de Nahuel Huapi, fundada por el Padre Mascardi en 1670.
María Auxiliadora, que conquistaste la Patagonia para Cristo y para la patria por decisión de San Juan Bosco y por la obra de sus salesianos.
Nuestra Señora Cautiva de Villa de María de Río Seco.
Nuestra Señora del Buen Viaje de Morón.
Nuestra Señora de Villa Concepción del Tío.
Virgen Madre del Cerro de Tulumba
Virgen de La Laguna, Patrona del sudoeste chaqueño.
Nuestra Señora de la Carrodilla, Patrona de los viñedos.
Stella Maris, Patrona de la Armada argentina.
Virgen de Loreto, Patrona de la Aviación argentina.
Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás de los Arroyos.
Nuestra Señora de la Soledad, patrona de nuestras Islas Malvinas.
2 comentarios:
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